Es la pobreza
de no saber
(de no querer)
estar en silencio.
Nos dijeron
que rimarnos
no era posible.
Una juventud sin voz
ni versos.
A medio camino del ayer
se pierden nuestras mentiras,
la misma morfina que adormece
tu instinto de vivir sin red.
Son historias de un grito,
versos infinitos,
de finales felices
y de orgasmos favoritos.
Se lo he visto en los ojos.
Es el miedo,
pero no lo he podido oler
aunque sé que huele acre,
porque el olor a muerto
invade todo el frente. Seguir leyendo «Verdún (palabras de un francés en guerra)»
Emociones,
que explotan,
que ríen,
que lloran
al compás de la vida. Seguir leyendo «Vida (de dos caras)»