Dualidades.
Negros grisáceos
y blancos rotos.
Acuarelas emborronadas
de todos mis matices de gris.
Mundos cuerdamente locos,
donde lo ilógico es lo racional
y ser inhumano es nuestra humanidad.
Ser ya no es nosotros,
soy es nuestro tiempo verbal.
Valentía es aceptar
la fragilidad de un cuerpo y mente
que es templo y prisión.
Y que a ratos es mío.
Y que a ratos no.
Deja un comentario